sábado, 5 de octubre de 2013

Combatiendo a la depresión

El médico por lo general le hará una evaluación de la salud mental para diagnosticar si está o no deprimido. Asimismo hará un examen físico, exámenes de sangre para descartar deficiencias de nutrientes o alguna condición u enfermedad.
  
Al igual que cualquier depresión, ésta se trata con medicamento, asesoría psicológica, terapia, o una combinación. Generalmente el tratamiento funciona y puede disminuir otros problemas de salud. Como todo medicamento, puede tener efectos secundarios como diarrea, dolores de cabeza, sequedad de boca, pérdida de apetito, etc. Algunos antidepresivos pueden tardar más tiempo en empezar a trabajar y en los adultos mayores puede requerir consumirlo por más tiempo.

Si los adultos mantienen una actitud saludable estarán conscientes de cómo están cambiando a medida que envejecen. Recuerde que el envejecimiento es una parte natural de la vida. Si usted cuida su salud, tiene una actitud positiva, hace ejercicio, sabe como lidiar con el estrés, podrá tener una mejor calidad de vida y menor riesgo a enfermedades. Varios estudios han demostrado que el ejercicio disminuye el riesgo de depresión y reduce también el riesgo de recaídas.

Su salud mental y emocional también son importantes. Manténgase en contacto con amigos, familia y comunidad. Si usted permanece cerca de los demás, es más probable que se sienta mejor. Mantenga su cerebro activo a través del aprendizaje, como por ejemplo armar rompecabezas, hacer crucigramas o jugar a las cartas.




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