jueves, 26 de septiembre de 2013

La Jubilación y el adulto mayor

Algunos esperan la jubilación con ansia, para sentirse liberados del  trabajo. Otros la observan “desde lejos”, como si no fuera a llegarles nunca. Pero a casi todos, sean cuales sean las expectativas personales, les supone un shock emocional y un proceso adaptativo que puede convertirse en un serio trastorno depresivo. Cuando en muchos países del mundo se está debatiendo retrasar la edad de jubilación para aliviar las arcas del estado de las prestaciones sociales, amparados por la indiscutible realidad social del aumento de la longevidad, la jubilación regresa a los foros de opinión con más fuerza que nunca. 

La jubilación puede llegar a eliminar de golpe los estímulos que son indispensables para motivarse ante la vida. Es un cambio brusco y total, que afecta a la esfera socio-profesional y familiar de forma violenta y que puede conducir al individuo a un estado de frustración y desmotivación, que son fuente de profundo estrés y causa probable de una futura depresión. El papel que desempeñábamos en la sociedad (empleado, directivo, artesano, etc.) o la consideración social que generaba la profesión, así como la seguridad que ofrecía su salario mensual, se vienen abajo.

La jubilación resultará más traumática en aquellas personas en las que el trabajo era su única motivación y prioridad en la vida. Este enfoque exclusivo proyectado en el trabajo es debido a que casi nunca se prepara una alternativa válida para después de la jubilación. No se promueven ni se buscan alternativas luego de laborar.


Millones de personas, a partir de los sesenta y cinco años, se ven abocadas a la marginación social y van cayendo de forma alarmante en conductas depresivas, cuando por el contrario podrían dedicarse, para el resto de sus días, a otras labores extra-profesionales altamente estimulantes, como la música, la pintura, estudios especiales y labores de cooperación, solidaridad y auxilio social, entre otras.

martes, 24 de septiembre de 2013

El adulto mayor en la Sociedad

Si se considera al adulto mayor como un valor, las tareas que se organicen serán gratificantes para todos.

 Los adultos mayores hoy en día juegan un papel en la sociedad muy importante, aunque no se los reconozca como se deba. El rol de los adultos mayores es un tema a investigar, para los profesionales de medicina, psicología o trabajo social, y analizar el tema desde su óptica, dependiendo del punto de partida que se empiece.

Por un lado, se puede considerar al adulto mayor como una carga social, entonces las políticas públicas que a todos nos compete, las acciones pueden estar orientadas a atender una necesidad determinada, a curar, a proteger, a aquellas personas que necesitan de la atención del estado o de instituciones privadas que complementan el accionar del estado. En cambio, si se considera como una persona que puede ofrecer todavía a la sociedad sea cual sea el grupo humano que la compone, entonces las tareas que se organicen en función del adulto mayor, tiene otro sentido. Se recupera ese tiempo, que casi siempre tiene el adulto mayor. Con eso se recupera la experiencia de vida, ya que mucho tiempo han tenido por su actividad múltiples tareas.

“Si el adulto mayor no se propone poner sus experiencias en ejecución y brindarla, o si la sociedad la desconoce y tampoco la demanda, entonces la mayoría, especialmente la Organización Mundial de la Salud, propone un mundo para todos en donde cada uno aporte lo suyo y que el adulto mayor también puede aportar muchísimo. Hablamos mucho a lo que hace al voluntariado social en diversas áreas, que tienen la finalidad de la prevención en la salud, (diabetes o Alzheimer) porque no solamente la persona que lo padece, sino en el entorno familiar que tiene un problema como una demencia senil, o incapacidad motora, también se les complica no solo económicamente, sino también en tiempo, ya que hay personas que necesitan el acompañamiento permanente, allí es donde la cultura de la sociedad se pone en juego, cuando todos velamos por todos y la mayoría dice que ‘no es problema mío’ o ‘que se arregle el otro” (Domínguez).

Escapar de la rutina en un crucero

Millones de adultos mayores deciden tomar un crucero por el servicio, la comida, la facilidad de movimiento, los sorprendentes itinerarios y la modalidad todo incluido. Muchos cruceros se ocupan del mercado de los mayores y les ofrecen una variedad de programas y servicios a bordo especiales para ellos, como charlas culturales, instalaciones de atención médica, instalaciones para discapacitados hasta dietas especiales.


Desde charlas sobre la música y el arte, pasando por los deportes, la gastronomía, el vino y los eventos actuales, siempre hay algo en los cruceros de hoy para deleitar a los pasajeros más experimentados. Todos los cruceros ofrecen un servicio de guías junto al muelle, ellos se ocupan de narrar la historia y detalles del puerto. Asimismo, muchos cruceros cuentan con la presencia de destacadas celebridades u oradores para dar charlas sobre relaciones, antropología, maquillaje, películas, navegación y hockey, entre otros.

Todos los cruceros están totalmente equipados con instalaciones de atención médica y cuentan con un médico. Se solicita a los pasajeros que informen a su asesor de cruceros sobre cualquier necesidad especial de atención médica antes de zarpar. De esta manera, el barco puede abastecerse de los medicamentos adecuados en caso de que sean necesarios.

En la actualidad, los cruceros cuentan con excelentes instalaciones para pasajeros con discapacidades. Si bien los barcos más nuevos suelen ser mejores que los más viejos y las instalaciones varían según el crucero, la mayoría de los cruceros cuenta con camarotes accesibles para sillas de ruedas, rampas y elevadores.


Si bien la mayoría de las personas toma un crucero para disfrutar de la excelente gastronomía, muchas personas siguen una dieta especial. Por tal motivo, hoy en día los barcos ofrecen una sección de opciones más ligeras en su menú y también menús vegetarianos y kosher. Entre las opciones se encuentran platos y postres bajos en sodio, bajos en grasa, bajos en colesterol y sin azúcar.

martes, 17 de septiembre de 2013

La Osteoporosis ¿Qué es? ¿Cómo prevenirla?

La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por una masa ósea disminuida, lo que conduce a un aumento en la fragilidad ósea y tiene como resultado un aumento en el riesgo de fracturas.




Afecta a entre el 30 y el 50% de las mujeres postmenopáusicas y al 13% de los hombres. En la población mayor a 65 años aumenta la incidencia en un 1% por año, siendo la causa de 1.5 millones fracturas anuales. A su vez, se considera que la población en riesgo se duplicará para el 2020.

Es importante tener en cuenta cuáles son los factores de riesgo de las fracturas para su correcta identificación: delgadez, historia familiar de fractura de cadera, tabaco, consumo excesivo de alcohol, artritis reumatoidea, susceptibilidad para las caídas.

El profesional, luego de realizar un adecuado interrogatorio para establecer todos los factores de riesgo, realizará un estudio para determinar marcadores del metabolismo del calcio, radiografías y densitometría ósea.

Es muy importante explicarle al paciente la importancia de hábitos saludables:

  • ·        Una dieta correcta en lácteos.
  • ·        Una adecuada y saludable exposición solar.
  • ·        Evitar el tabaco y consumir poco alcohol.
  • ·        Realizar actividad física.
  • ·        Prevenir caídas, esto es de vital importancia para impedir fracturas, principalmente       las de cadera.

El requerimiento de calcio oscila entre 1 y 1.5 gramos por día, siendo prudente una evaluación nutricional para mejorar nuestros hábitos alimentarios. De ser necesario se indicará el aporte de un suplemento de calcio, así como también de vitamina D.

De acuerdo a todo lo evaluado por el médico especialista se determinará en cada caso en particular cuál es el tratamiento farmacológico a implementarse en caso de ser necesario, debiendo éste ser monitoreado de acuerdo a los requerimientos establecidos.


Hay que tener presente que es una enfermedad silenciosa, de alta incidencia, posible de ser prevenida desde edades tempranas con la adquisición de hábitos saludables. 





Fuente: http://www.entremujeres.com/vida-sana/salud/Osteoporosis-trata-previene-tratamiento-prevencion-fracturas-fractura-cadera-densitometria-huesos-calcio-habitos-dieta_0_448755223.html

Reconozcamos el maltrato al adulto mayor y parémoslo

Cualquiera puede maltratar a personas mayores, familiares, R hijos adultos o esposos que cuidan del adulto mayor, también podría incluirse trabajadores de la atención médica, amigos y organizaciones o estafadores que busquen abusar económicamente de los adultos mayores. Los cuidadores tienen mayor riesgo de maltratar a personas mayores cuando:
  • No son capaces de sobrellevar el estrés que implica ser cuidador.
  • Están deprimidos.
  • No tienen un sistema de apoyo.
  • Abusan del alcohol u otras drogas.
Es posible que un adulto mayor que está siendo desatendido o está siendo maltratado física, emocional o sexualmente presente uno o más de los siguientes signos de advertencia físicos o conductuales:
  • Lesiones de origen desconocido, como cortes, moretones, quemaduras o fracturas óseas.
  • Afecciones médicas no tratadas, como no recibir medicamentos o no recibir la cantidad adecuada de medicamentos.
  • Cambios en la conducta o en la personalidad, como el aislamiento o la depresión.
  • Infecciones de transmisión sexual.
  • Sangrado vaginal o anal de origen desconocido.
  • Mecanismos utilizados para sobrellevar una situación, como balancearse hacia adelante o hacia atrás o hablarse a sí mismo.
  • Pérdida de peso u otros síntomas de desnutrición o deshidratación.
  • Problemas de higiene personal, como piel o ropa sin lavar, o condiciones habitacionales sucias.
Los signos de advertencia de explotación financiera incluyen uno o más de los siguientes:
  • Retiros de origen desconocido de la tarjeta para cajeros automáticos del adulto mayor o de su cuenta de cheques o de ahorros.
  • Compras de origen desconocido o inusuales con la tarjeta de crédito.
  • Pérdida de joyas, dinero en efectivo u otros objetos de valor.

Es posible que un cuidador que maltrate a un adulto mayor:
  • Se niegue a dejarlo solo con el adulto mayor.
  • Amenace al adulto mayor, se burle de él o discuta con él frente a usted.
  • No responda a sus preguntas sobre el cuidado del adulto mayor.
  • Parezca estar poco capacitado o tener mucho trabajo.

Si ha visto o sospecha algún maltrato a personas mayores, denúncielo. En el Perú puede llamar a LINEA 100, un servicio brindado por el MIMP (Ministerio de la mujer y poblaciones vulnerables) en el cual recibirán ayuda psicológica y legal ante cualquier caso de abuso.





Si usted es un cuidador, cuide su salud y obtenga información sobre cómo manejar su estrés. Esto lo ayudará a proporcionar el mejor cuidado posible a su ser querido. Si está abrumado o piensa que podría comenzar a maltratar a un adulto mayor, pida ayuda. Hable con su médico de familia sobre lo que siente y encuentre a alguien más para cuidar a su pariente hasta que se sienta mejor.

Si su ser querido está recibiendo cuidados en el hogar o en un establecimiento de atención a largo plazo, participe de su atención. Si no está satisfecho con los cuidados que está recibiendo, hable con la gerencia o denuncie al estado el presunto maltrato.

Para ayudar a prevenir la explotación financiera, asegúrese de que los documentos financieros y legales de su ser querido estén en orden. Además, revise los estados de la cuenta bancaria y de la tarjeta de crédito de su ser querido e intente llevar un registro de los artículos de valor del hogar.

Fuentes:

Maltrato al adulto mayor

El maltrato es un problema social y es lamentable que este siga creciendo. Muchas veces las personas maltratadas callan por el temor a que la situación pueda empeorar pues muchos adultos mayores dependen de terceros que en algunos casos se tratan de sus maltratadores y que por este estado se aprovechen de ellos.

A medida que las personas envejecen, pueden desarrollar problemas de salud que provocan una disminución de su fuerza física, de su visión y de su capacidad para razonar. Estos cambios pueden hacer que los adultos mayores sean vulnerables. 

El maltrato a personas mayores ocurren cuando otra persona se aprovecha de una persona de edad avanzada o le hace daño. El maltrato a personas mayores puede tomar muchas formas diferentes, incluidas las siguientes:
  • La desatención o el abandono ocurre cuando un cuidador no brinda el cuidado adecuado o abandona a un adulto mayor. Este es el tipo más común de maltrato a personas mayores.
  • El maltrato físico es el uso de la fuerza física con el propósito de provocar dolor o lesiones. Los ejemplos incluyen golpes, empujones o restricciones al adulto mayor.
  • El maltrato emocional y verbal ocurre cuando una persona utiliza palabras o realiza acciones no verbales para provocar dolor emocional al adulto mayor. Los ejemplos incluyen gritarle al adulto mayor, ignorarlo o burlarse de él.
  • El abuso sexual ocurre cuando una persona participa en actos sexuales con un adulto mayor sin el consentimiento de este. Los ejemplos incluyen mantener relaciones sexuales y tocarlos o desvestirlos de forma inadecuada.
  • La explotación financiera consiste en utilizar el dinero o los bienes de un adulto mayor sin su permiso. Los ejemplos incluyen usar tarjetas de crédito o cheques, robar joyas o robar la identidad de la persona. Los adultos mayores también pueden ser explotados financieramente por organizaciones o estafadores. Por lo general, esto ocurre cuando el adulto mayor entrega dinero a un fondo de caridad o de inversión falso o entrega dinero para reclamar un premio falso.



Fuente: http://familydoctor.org/familydoctor/es/seniors/caregiving/elder-abuse.html

sábado, 14 de septiembre de 2013

Evitemos accidentes en casa

Desafortunadamente el peligro puede estar en casa, siendo las caídas, las quemaduras y las intoxicaciones los accidentes más frecuentes en el adulto mayor.

Los sitios más peligrosos en la casa son el baño y la cocina; en el primero se sufren caídas al resbalarse, al entrar o salir de la ducha, en la segunda, quemaduras. También influyen los muebles chicos y atochados, la falta de luz, las alfombras pequeñas que pueden resbalarse; los zapatos sin tapillas.

La descalcificación de los huesos (osteoporosis) puede ser causa de fractura de cadera frente a movimientos bruscos, aun sin caerse, o puede causar fracturas vertebrales con dolor de espalda.
  • Los accidentes pueden evitarse con precaución.
  • El adulto mayor está expuesto a accidentes si tiene fallas de la vista, agilidad y atención.
  • El instalar apoyos especiales, el orden y buena iluminación de la casa pueden prevenir los accidentes.
  • En caso de caída con mucho dolor: mover al paciente lentamente, con gran cuidado.
Las quemaduras pueden deberse a varias causas: torpeza motora en el manejo de una tetera, caídas sobre una estufa o brasero, una bolsa de agua caliente que se rompe durante el sueño.
  • El riesgo de la quemadura es mayor en el adulto mayor.
  • Procurar asistencia médica y/o de enfermería.
  • No colocar medicamentos ni ninguna sustancia sin indicación médica.
  • Si es necesario lavar, usar sólo agua y jabón.
Las intoxicaciones son accidentes muy frecuentes. Pueden deberse a medicamentos (ver: Riesgos de los medicamentos). Otras veces se deben a calefacción mal encendida y/o falta de ventilación. Otra causa frecuente es el uso de envases de alimentos o bebidas para guardar sustancias tóxicas (cloro, bencina).

  • Evite medicamentos no indicados por el médico.
  • Sea prudente al usar la calefacción.
  • Si tiene sustancias tóxicas, el envase debe decirlo.



Fuente: http://www.gerontologia.uchile.cl/docs/cuidado.htm#anc_9

viernes, 13 de septiembre de 2013

Mitos y Verdades sobre el adulto mayor

Una verdad innegable es que todos envejecemos. Sin embargo, muchas personas aún no sabemos exactamente cuáles de las cosas que escuchamos acerca de esta etapa de la vida son ciertas y cuáles no lo son. Aquí hay una lista de mitos y verdades acerca de la tercera edad.

  • Fallas de memoria: Mito. Aunque desde el punto de vista neurológico existen modificaciones al envejecer, no siempre se ve afectada la función cerebral. No obstante, los cambios en el estilo de vida pueden hacer que las personas se sientan menos activas y mientras más tranquilos estén disminuye el poder de asimilación de hechos, ya que la memoria está asociada a la atención.
  • Menor necesidad de ejercicio físico: Verdad. Es importante mantenerse activos durante toda la vida, pero al envejecer la capacidad pulmonar y cardíaca disminuye; por tanto, la actividad física debe tener una intensidad diferente.
  • Los dolores por artritis son inevitables: Mito. No todas las personas de la tercera edad sufren de osteoartritis, aunque sea una enfermedad muy común durante la tercera edad. Los dolores causados por la degeneración del cartílago son habituales, pero es necesario acudir al médico para realizar el debido tratamiento y controlarse.
  • Disminución del deseo sexual: Verdad. Tanto en hombres como en mujeres disminuye el deseo sexual, sin embargo esto no es impedimento para mantener una vida activa en este sentido, aún cuando no sea con la misma frecuencia.
  • ¿Necesito un geriatra a los 60?: Mito. Aunque el geriatra es un médico que se especializa en enfermedades comunes de la vejez; se puede acudir a este especialista cuando se está joven para prevenir algunas dolencias propias de la tercera edad.
  • Disminución de la sed: Mito. Este cambio no se produce precisamente por el paso de la edad, sino por los cuadros de incontinencia y los medicamentos que funcionan como diuréticos que tienden a reducir el consumo de antes. Se recomienda tomar la misma cantidad de agua que antes, aunque no se tengan ganas.
  • Falta de sueño: Mito. Al envejecer la arquitectura del sueño cambia y con frecuencia los adultos mayores tienden a pensar que durmieron menos o no durmieron más cuando la realidad puede ser otra. Si se padece de insomnio es importante no automedicarse, sino acudir al médico para tratarlo.
  • Cambio del paladar: Verdad. Las papilas gustativas de la lengua sufren un cambio con la llegada de la edad, lo cual influye en la percepción del gusto. Por esta razón es que muchas veces vemos que las personas de la tercera edad comen alimentos muy dulces o muy salados.
  • Hay enfermedades “normales” en la tercera edad: Mito. Las enfermedades no pueden ser consideradas normales, sean en la edad que sean. Existen enfermedades comunes como cataratas, artritis, hipertensión, étc, pero deben ser tratadas para llevar la vida con salud y bienestar.

Aunque muchas personas teman envejecer, es parte del proceso natural de la vida. Para disfrutar esta etapa sin remordimientos, simplemente hay que cuidarse para prevenir.

Fuente: http://naturalmentedulce.com.ve/mitos-y-verdades-sobre-la-tercera-edad/

lunes, 9 de septiembre de 2013

Cuidado con los medicamentos que consumes

Es frecuente que los adultos mayores tengan afecciones crónicas, generalmente más de una, y que tomen varios fármacos a la vez. Cualquier fármaco puede tener efectos colaterales y, si se ingieren varios, pueden interferir unos con otros, exagerando o limitando sus efectos. Por otra parte, si no se lleva un buen registro de los medicamentos que toman, es posible cometer errores e ingerir sobredosis de alguno de ellos.

También debe considerarse que en el adulto mayor el hígado, el riñón o el aparato digestivo no funcionan igual que en un adulto joven y por lo tanto, la absorción, el metabolismo o la eliminación de un fármaco son diferentes. Por esto, una dosis corriente puede resultar excesiva para ellos.

Para anticiparnos a cualquier problema debemos hacer estas preguntas a nuestro médico: ¿qué podría pasar si me equivoco y tomo remedios de más? ¿Se "contrapone" con las otras cosas que tomo? ¿Si siento algo raro, puedo llamarlo? ¿Podría tomar menos remedios?

Muchos fármacos, especialmente los tranquilizantes e hipnóticos, a veces algunos antidepresivos, antialérgicos y antiparkinsonianos, pueden producir embotamiento y fallas de la concentración y de la memoria. Los adultos mayores están especialmente expuestos a este riesgo, de tal modo que estos medicamentos no deben ser usados sin una clara indicación médica y ojalá en dosis reducidas.

Una recomendación general es tener un cuaderno donde se anoten las indicaciones médicas, los medicamentos que recibe, las molestias que atribuye a ellos, y no olvidar llevar este cuaderno a cada control médico.

  • Un exceso de medicamentos puede ser dañino.
  • Lleve un registro de los medicamentos que toma.


La alimentación para el adulto mayor

Es de conocimiento que debemos cuidar nuestra alimentación para una mejor calidad de vida, pero ¿sabemos que comer?
Algunos de los problemas de salud de la tercera edad podrían verse favorecidos con una adecuada intervención nutricional. Ayuda a mejorar la calidad de vida, reducir el riesgo de padecer enfermedades y/o contribuir a  su recuperación.
  • Realizar una correcta elección de los alimentos en el mercado. Es importante, también, cuidar su manipulación y conservación en el hogar.
  • Asegurar el consumo de energía (calorías) adecuado, para mantener el peso correcto y como vehículo de nutrientes. Las dietas muy restringidas en calorías no cubren todos los requerimientos.
  • Hacer cuatro comidas diarias. Si existiera pérdida de apetito se recomienda realizar seis comidas e ingerir menores cantidades en cada comida.
  • Comer con moderación e incluir alimentos variados en cada comida.
  • Comer frutas y hortalizas todos los días.
  • Consumir lácteos descremados todos los días.
  • Comer carnes rojas y blancas. Antes de cocinarlas hay que retirar la grasa visible.
  • Evitar salteados y frituras. Moderar el consumo de azúcar y sal.
  • Vigilar la ingesta de líquidos: hay que tomar abundante agua potable durante todo el día. Con el envejecimiento hay cambios en el balance hidro-electrolítico y el contenido del agua corporal tiende a disminuir.
  • Cuidar la dentadura y la higiene bucal. Abandonar el hábito de fumar.





Cualquier intervención nutricional debe adecuarse a la situación y debe evaluarse periódicamente para comprobar la tolerancia y adherencia.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Beneficios del Tai Chi

El Tai Chi es una disciplina que combina movimientos y estiramientos lentos y armónicos, con imágenes mentales y respiraciones profundas. Las personas que lo practican regularmente dicen sentirse con mucha energía y con una paz interior muy grande y puede ser practicado por niños, jóvenes, adultos y es ideal para personas mayores.



Aseguran que no solamente obtienen beneficios físicos sino mentales, como una mayor capacidad de concentración. Otros beneficios importantes del Tai Chi es el fortalecimiento de los músculos, un aumento en el balance de la persona y mayor flexibilidad.

Recientemente se ha sugerido que las personas mayores también pueden practicar el Tai Chi y obtener grandes beneficios y se ha reportado que las personas mayores de setenta, ochenta y noventa años pueden reducir su riesgo de caídas, bajar su presión arterial y mejorar sus síntomas de artritis además de desarrollar energía, concentración y flexibilidad, sobre todo cuando se realizan ejercicios en pareja denominados Tui Shous”.

Entre los grandes beneficios que proporcionan salud y vigor para el cuerpo se pueden mencionar los siguientes:
  • Reduce las tensiones, mejora la circulación y aumenta la fuerza y flexibilidad.
  • Facilita la concentración y elimina el estrés.
  • Disminuye la presión arterial.
  • Proporciona mayor oxigenación al cuerpo al respirar correctamente.
  • Equilibra la mente y el cuerpo.
  • Refuerza las articulaciones, ejercita músculos olvidados y mejora el tono muscular.
  • Permite el movimiento sin fatiga.
  • Previene y es terapia para dolores de espalda.
  • Facilita el descanso nocturno y el dormir tranquilos placenteramente.
  • Favorece el buen humor.
  • Ayuda a prevenir y controlar la osteoporosis, sin mayores riesgos de fracturas.
  • Ayuda a que las personas con depresión, ansiedad e introversión, mejoren sus condiciones y tengan una mejor comunicación.
  • Al practicarlo en grupo, se favorece la socialización y el sentimiento de unidad, tan importantes sobre todo en para los adultos mayores.

Sin embargo, los adultos mayores que quieren comenzar con una clase de Tai Chi deben tomar en cuenta las siguientes consideraciones:

  • El instructor de Tai Chi debe tener experiencia enseñando a personas mayores.
  • El instructor debe saber realizar ciertas adecuaciones en los ejercicios para personas con limitaciones físicas.
  • Las personas con ciertas condiciones médicas como artritis ó enfermedades del corazón deben consultar con su médico para ver si es apropiado iniciar una clase de Tai Chi.

¿Dónde practicar Tai chi en lima? En esta página encontrarás donde poder hacerlo: http://www.yinyangperu.com/donde_hacer_taichi.htm


El Parkinson y el ejercicio

La enfermedad de Parkinson es un trastorno que afecta las células nerviosas, en una parte del cerebro que controla los movimientos musculares. En la enfermedad de Parkinson, las neuronas que producen una sustancia química llamada dopamina mueren o no funcionan adecuadamente. Normalmente, la dopamina envía señales que ayudan a coordinar sus movimientos. Nadie conoce el origen del daño de estas células. Los síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden incluir:
  • Temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara
  • Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco
  • Lentitud de los movimientos
  • Problemas de equilibrio y coordinación
A medida que los síntomas empeoran, las personas con la enfermedad pueden tener dificultades para caminar o hacer labores simples. También pueden tener problemas como depresión, trastornos del sueño o dificultades para masticar, tragar o hablar.
La enfermedad de Parkinson suele comenzar alrededor de los 60 años, pero puede aparecer antes. Es mucho más común entre los hombres que entre las mujeres. No existe una cura para la enfermedad de Parkinson. Existen diversas medicinas que a veces ayudan a mejorar enormemente los síntomas.
Ejercicio:

Debido a que los movimientos se ven afectados en la enfermedad de Parkinson, el ejercicio puede ayudar a las personas a mejorar su movilidad. Algunos médicos prescriben terapia física o ejercicios de fortalecimiento muscular para ejercitar los músculos y poner los músculos rígidos y subutilizados en una gama completa de movimiento. Los ejercicios no detienen la progresión de la enfermedad pero pueden mejorar la fortaleza corporal de forma que la persona esté menos incapacitada. Los ejercicios también mejoran el equilibrio, ayudando a algunas personas a superar los problemas al caminar y pueden fortalecer ciertos músculos de forma que las personas puedan hablar y tragar mejor. Los ejercicios también pueden mejorar el bienestar emocional de los pacientes de Parkinson dándoles un sentimiento de realización. Aunque los programas de ejercicios estructurados ayudan a muchos pacientes, una actividad física más general, tal como caminar, practicar la agricultura, nadar, ejercicios calisténicos y el uso de máquinas de ejercicios también es beneficiosa.



Fuentes: 

Previniendo el Alzheimer

Se controversia mucho acerca de cuáles son las causas específicas que generan la enfermedad, pero aún no hay nada escrito. Lo cierto es que hay hábitos y ejercicios que podrían tener alguna incidencia en su prevención.

Hábitos saludables:
  • Evitar el cigarrillo: Éste podría provocar pequeños accidentes cerebro-vasculares que, en ocasiones, pueden dañar el cerebro y causar demencia.
  • Llevar una sana y equilibrada alimentación, libre de grasas y rica en omega 3 y 6, vitamina E, vitamina C, vitamina B12 y ácido fólico; las cuales benefician al cerebro.
  • Hacer ejercicio físico de forma habitual, mínimo tres veces a la semana. 
  • Estar en permanente actividad mental (leer, estudiar, trabajar, pensar).
Así pues, la importancia de tener el cerebro en permanente actividad y además sacarlo de su usual funcionamiento, es decir, activar las partes que se encuentran dormidas y estimular el otro lado del cerebro que no se usa.
Algunos ejercicios para volverlos parte de la vida diaria:

  • Bañarse con los ojos cerrados, por lo menos una vez a la semana: sólo con el tacto, localice el jabón, shampoo, ajuste la temperatura del agua, etc. Esto con el fin de reconocer nuevas texturas y potencializar los sentidos. 
  • Usar la mano que sea menos hábil: la izquierda para los diestros, o la derecha para los zurdos; para escribir, comer, cepillarse los dientes, peinarse, abrir un cajón, manejar el mouse del computador, abrir y cerrar la llave del agua, etc.
  • Hacer ejercicios con los dedos de las manos: unir la yema del pulgar con los demás dedos y repetir varias veces. Esto ayuda a que los dos hemisferios cerebrales se conecten.
  • Movimientos cruzados: sentado en una silla, levante la rodilla derecha y tóquela con la mano izquierda, y viceversa. Se aconsejan series de 10 repeticiones.
  • Cambie la ubicación de las cosas: al saber donde está todo, la mente construye un mapa y se evita esfuerzos.
  • Hacer crucigramas, rompecabezas, sudokus… juegos que inviten a pensar.
  • Caminar de espalda, puede ser en la casa donde no haya peligros.
  • Usar el reloj en la mano contraria a la que normalmente lo usa.
  • Vestirse con los ojos cerrados.
  • Estimular el paladar con cosas diferentes.
  • Leer en voz alta.
  • Ver las fotos al revés, de cabeza para abajo.
  • Mirar la hora en un espejo.
  • Cambiar de ruta para ir de la casa al trabajo.


Como vemos, todas las ideas anteriores tienen algo en común: se salen de la rutina. Las actividades rutinarias hacen que el cerebro funcione automáticamente y requiera un consumo mínimo de energía, asimismo, no hay fabricación de neurotrofinas, las cuales favorecen la memoria y su producción depende de cuan activas sean las células del cerebro. 

lunes, 2 de septiembre de 2013

El Alzheimer

El alzheimer es una alteración neurodegenerativa, que suele aparecer a partir de los 65 años, aunque también puede presentarse entre gente más joven. Cuando una persona padece la enfermedad de Alzheimer, experimenta cambios microscópicos en el tejido de ciertas partes de su cerebro y una pérdida, progresiva, pero constante, de una sustancia química, vital para el funcionamiento cerebral, llamada acetilcolina. Esta sustancia permite que las células nerviosas se comuniquen entre ellas y está implicada en actividades mentales vinculadas al aprendizaje, memoria y pensamiento.
Es difícil determinar quién va a desarrollar la enfermedad de Alzheimer, puesto que se trata de una alteración compleja, de causa desconocida, en la que, al parecer, intervienen múltiples factores. He aquí algunos de los elementos que pueden aumentar las probabilidades de padecer esta patología.


  • Edad : Suele afectar a los mayores de 60-65 años, pero también se han dado casos entre menores de 40. La edad media de diagnóstico se sitúa en los 80, puesto que se considera que el mal de Alzheimer es una enfermedad favorecida por la edad.
  • Sexo : Las mujeres lo padecen con más frecuencia, probablemente, porque viven más tiempo.
  • Razas: afecta por igual a todas las razas.
  • Herencia familiar: La enfermedad de Alzheimer familiar, una variante de la patología que se transmite genéticamente, supone el 1 por ciento de todos los casos. No obstante, se estima que un 40 por ciento de los pacientes con esta enfermedad presentan antecedentes familiares.
  • Factor genético: Varias mutaciones en el gen de la proteína precursora de amiloide (APP), o en el de las presenilinas 1 y 2. También podría asociarse con mutaciones en el gen de la apolipoproteína E (ApoE). Esta proteína está implicada en el transporte y eliminación del colesterol. estas investigaciones, la nicastrina activaría la producción del amiloide beta.
  • Factores medioambientales: El tabaco se ha mostrado como un claro factor de riesgo de la patología, al igual que las dietas grasas. Por otra parte, pertenecer a una familia numerosa también parece influir en el riesgo de Alzheimer.

Síntomas: En un principio, surgen pequeñas e imperceptibles pérdidas de memoria, pero con el paso del tiempo, esta deficiencia se hace cada vez más notoria e incapacitante para el afectado, que tendrá problemas para realizar tareas cotidianas y simples, y también, otras más intelectuales, tales como hablar, comprender, leer, o escribir.